En este blog encontrarás consejos y estrategias para mejorar tu salud y bienestar físico, con un enfoque especial en la prevención y recuperación de lesiones. Te ofrecemos información basada en evidencia sobre cómo la actividad física adecuada puede ayudarte a sanar de manera efectiva, evitar futuros problemas y optimizar tu rendimiento. Aquí aprenderás cómo identificar, tratar y fortalecer tu cuerpo tras una lesión, siempre con recomendaciones claras y fáciles de seguir para que puedas regresar a tu rutina de manera segura y con confianza.
Un problema común en la profesión de fisioterapeuta es lidiar con personas en bodas, comuniones o reuniones sociales que nos cuentan que tienen un dolor y quieren un diagnóstico inmediato. Esto nos ocurre a todos, hasta el punto de que en alguna ocasión llegué a dejar de decir que era fisioterapeuta. Me pregunto cómo podría explicarle a un paciente que su dolor puede tener un sinfín de posibles causas. Si bien es cierto que hay lesiones muy evidentes con un cuadro clínico claro, esto a veces nos lleva a protocolizar las lesiones, pero bien sabemos que cada persona es un mundo.
El dolor es un tema tan complejo que existen profesionales altamente especializados en él, que utilizan diversas técnicas para abordarlo. Si tuviera que destacar la técnica más eficaz, sería la educación en dolor. Explicar al paciente qué está ocurriendo en su cuerpo, qué mecanismos se están activando, tiene un impacto directo en su comprensión y manejo del dolor. Cuando el paciente entiende su lesión, deja de temer por otros posibles diagnósticos (cada vez más graves) y escenarios imaginarios. El conocimiento le proporciona calma y lo ayuda a entender lo que le está sucediendo.
Muchos pacientes llegan sin saber qué les ocurre y preocupados por lo que pueda ser. La pregunta que más se repite en consulta es: "¿Pero esto es normal? ¿Es normal que me duela así? ¿Tendré algo más grave?"
Me gusta hablar con el paciente, conocer sus dudas, explicarle y que comprenda el motivo de cada paso que damos en su tratamiento. Invierto tiempo en escucharle y responder, en la medida de lo posible, a sus inquietudes.
Una misma lesión puede evolucionar de manera diferente en cada persona, ya que existen tantos factores que influyen en la percepción del dolor que serían innumerables. A continuación, os doy algunos ejemplos comunes que suceden a diario:
Me hago daño en la zona lumbar al agacharme para coger un peso, y me quedo bloqueado con mucho dolor.
Me caigo y recibo un golpe directo en la rodilla.
Mientras hago un movimiento en el gimnasio, que suelo realizar todas las semanas e incluso ese día con menos peso, me hago daño en el hombro.
¿Te sientes identificado/a con alguno de estos ejemplos?
El dolor es una señal de alerta que nos avisa de que algo no está funcionando correctamente. Tratar el dolor o los síntomas de manera inmediata puede enmascarar la raíz del problema. No quiero decir que los pacientes deban sufrir ese dolor, pero sí que comprendan de dónde proviene y por qué se produce, para poder abordarlo de la manera más adecuada.
Chelo Rivero
Fisioterapeuta y Readaptador de lesiones
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